Y de repente, de la noche a la mañana, tu vida se vuelve amarga. Tus recuerdos se esfuman para siempre y no puedes hacer nada para recuperarlos. La gente de tu entorno te mira, pero no tienes ni idea de porque te tienen que mirar de esa forma tan extraña. Una visita al médico. Ambiente extraño en casa. Otra visita. Ahora tomas unas pastillas. Entran por la puerta unos desconocidos que te hablan como si te conocieran de toda la vida, ahora te toca disimular que les tienes aprecio y que siempre los has tenido ahí, pero cuando te toque saber sus nombres, la cosa se pone más difícil. Hablo del Alzheimer. Un trastorno degenerativo de la corteza cerebral que da lugar a un tipo de demencia progresiva y crónica, en edad media o avanzada, caracterizada por pérdida de la razón, de la memoria, de la percepción y del sentido de la orientación. Esa sería la definición técnica de “alzheimer” pero mi definición es que es una enfermedad de mierda que hace que toda tu vida se vaya al traste, que no recuerdes ni siquiera cómo se llama tu marido, la persona con la que has convivido 50 años; no recuerdas a tu hijo, no lo conoces, después de verlo todos los días de tu vida, después de haberlo criado, después de haber estado dentro de ti durante 9 meses. Es una mierda, pero no es una mierda para las personas que la padecen (que si, que lo pasan también muy mal pero que están por así decirlo en su mundo) sino que esa mierda les toca a sus familiares, a las personas que han convivido con esta persona durante mucho tiempo y que ahora les toca apechugar con esto. Desorientación, Mareos, Cambios de ánimos, faltas de apetito, etc. se vive con una persona que padece la enfermedad, pero esta se va agravando aún más con el tiempo hasta que llega un momento que la persona que la padece no sabe ni siquiera cómo masticar y cómo tragar su propia comida. El mundo está lleno de injusticias, pero esta es la primera y es totalmente inevitable que una persona que solo pretende vivir su vida no recuerde ni tan siquiera cómo se llama, quiénes son sus hijos o qué es lo que le gusta. No sabe absolutamente nada. Todos sus recuerdos se han ido y no volverán jamás, excepto en momentos puntuales, muy puntuales. En el fondo te da pena, te da mucha pena, ver que un ser querido tuyo no tiene ni idea de quién eres cuando hace apenas 10 años te tenía en sus brazos y te quería como lo mejor de su mundo, de su pequeño mundo en el que habían pocas cosas, pero esas pocas cosas de su vida ya se fueron y ahora toca vivir la vida con lo poco que te queda hasta morir.
Injusticias de esta vida…
LA CARA DEL ALZHEIMER |