Qué
hermoso sería que el amor lo impregnase todo; que la envidia sucumbiese ante
esta nueva realidad y que todos los aspectos negativos del ser humano se viese
desbordados por este noble sentimiento. Sería fantástico que cada uno de
nosotros fuese capaz de alimentar esa llama para que tenga la fuerza suficiente
de modo que en su interior triunfe el amor frente a la pereza; el amor frente a
la indiferencia; el amor frente al egoísmo; el amor frente a tantas cosas que
nos vencen en el día a día. Que llegue el momento en el que todos los seres de
este planeta nos adentremos en ese estado al que he denominado la
"dimensión del amor". Donde en esa lucha entre el bien y el mal
siempre vence el bien. Esto es un sueño, una realidad que se torna a delirio en
la mente del iluso, del soñador, ese soy yo, el soñador.
Escrito por: Noemi alonso acosta.
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